CAPÍTULO VIII: PLAN PARA UNA SEMANA
- Deessirée
- 16 ene 2018
- 2 Min. de lectura
Todos los menús que se ofrecen en este libro son solamente una guía para familiarizar al lector con los principios básicos de la combinación de los alimentos y permitirle así confeccionar sus propios menús. Creo que es más importante saber preparar nuestros propios menús, que tener un libro que describa tres comidas diarias durante un año. La persona que comprende los principios básicos de la combinación de los alimentos y que es capaz de elaborar sus propios menús, nunca va a tener dificultad en improvisarlos, en cualquier lugar donde se encuentre, y con los alimentos de que disponga.
No siempre se encuentra un determinado alimento en todas las regiones del país. Un producto del que podemos disponer en una parte y en una época determinada, puede que se dé en otra parte en un momento muy distinto. La disponibilidad de un alimento depende de la estación, clima, altitud, tipo de tierra y del funcionamiento del mercado. La persona que sabe combinar los alimentos puede utilizar aquellos que tiene a mano y preparar una comida correcta. Pero la persona que depende de un libro de menús, siempre árido y a veces frustrante, puede que no encuentre el alimento indicado para una comida del día de hoy y se sienta completamente perdida. Muchas veces, uno coge entonces el camino más fácil y se come cualquier cosa. Si ud. se encuentra en casa de un amigo o pariente, un libro de menús le será de escasa utilidad, pero si sabe combinar los alimentos,, podrá elegir los que sean compatibles de entre los que se le presenten, y conseguir así una comida equilibrada.
Aprenda los principios de la combinación de los alimentos y así podrá aplicarlos en cualquier circunstancia en la que se encuentre. Un niño puede ser capaz de seguir una tabla, pero una persona inteligente tiene que aprender los principios y saber cómo aplicarlos. Con un poco de práctica, ud. combinará los alimentos correctamente de manera automática, dedicando muy poco tiempo a ello. Por encima de todo, no se convierta en un maniático en esta materia. Coma lo que tenga que comer y olvídese de todo. Deje que sus amigos tomen lo que les apetezca y no les aburra con una conferencia sobre dietética cada vez que coma con ellos.
Los menús para dos semanas que se ofrecen a continuación quieren ilustrar la correcta combinación de alimentos según las estaciones del año. Los de la primera semana comprenden alimentos que se dan en primavera y verano. En la segunda semana se elaboran a partir de los que pueden encontrarse en otoño e invierno. Utilice dichos menús simplemente como guía y aprenda a preparar los suyos propios.


Shelton. H.M, (1994). La digestión de los alimentos. Shelton, H.M, VIII Plan para una semana. Buenos Aires: Puertas Abiertas y Ediciones Obelisco S.A.
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